1x11: AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS

05/02/1995

LUGAR: MADRID

Andrés se despertaba como cada mañana feliz, nada le entristecía, cada vez que abría los ojos miraba a la pared de su habitación y veía el escudo del Madrid, ese equipo que, desde bien pequeñito, siempre fue el equipo de sus amores. Se levantaba sin preocupaciones, su habitación estaba llena de pósters del Madrid, Butrageño, Gento, Puskas, Di Stefano, Juanito, etc. Se vistió y se fue a desayunar, tenía tan solo 12 años y tenia que ir a la escuela para algún día ser alguien, el quería ser periodista objetivo. Aunque siempre estaba feliz, tan solo una cosa era capaz de ponerle de los nervios, su hermano Álvaro. Álvaro era la antitesis de Andrés, si el era feliz, su hermano era un infeliz, si el era simpático, el era un borde y si el era madridista, el era culé. No se si lo hacia para hacerle de rabiar o que, pero siempre se salía con la suya. Andrés se empezó a hacer el desayuno con su hermano al lado mirándole mal.
-¿Que pasa?-le dijo Andrés.
-Nada, tan solo que hoy te has levantado con chulería y prepotencia.
-¿Yo? pero si no he dicho nada.
-Ya, pero te has levantado como si el Madrid ya hubiese ganado la Champions por ganar tan solo el partido de ayer.
-No, ¿Es que no puedo alegrarme por que haya ganado mi Madrid?
-Alégrate cuando ganéis la Champions, no cuando ganéis un simple partido.
-Yo me alegro por que ganamos, tú no puedes decir lo mismo, perdisteis.
Le metió dos hostias.
-Y no llores, chulo.
Se llevo la mano a la cara y se aguanto las lágrimas, salio corriendo a su habitación, cogio su mochila y se fue al colegio.

Después del colegio, Andrés se fue a casa a dejar la mochila, para después irse a jugar un rato con sus amigos, pero antes de que pudiese cruzar de nuevo la puerta, su hermano Álvaro le intercedió.
-¿A donde vas?
-A jugar con mis amigos.
-¿No tienes que hacer deberes?
-No, los he hecho en clase, hoy no ha venido un profesor y me ha dado tiempo, puedes verlo tu mismo, además, tu ya sabes que si no los termino yo no me voy.
-Pero que mentiroso eres, vete a tu cuarto a hacerlos.
-Donde esta mamá que te vas a llevar un chasco.
-Resulta que mamá y papá no están, así que estoy yo al mando y como estoy yo al mando, tu hoy no sales, por ser tan chulo esta mañana conmigo.
Eso le hizo enfurecer pero, antes de que pudiese hacer nada, Álvaro le soltó dos hostias.
-No protestes y a tu cuarto.
Sin decir nada más, se fue a encerrarse a su cuarto.
Algún día juraría vengarse, ser mejor que el y no permitiría que ni el ni nadie le impidiese ser objetivo, no solo iba a decir las jugadas justas que había a favor del Madrid, también las injustas porque a el no le gustaba ser hipócrita. Miró a la pared de su habitación y vio que no había ningún póster, salio de ella y fue a buscar a su hermano que estaba en su habitación leyendo un cómic (desconocía que supiese leer). Cada vez que entraba en esa habitación le entraban escalofríos, las paredes del cuarto estaban pintadas de blaugrana y todo estaba lleno de pósters del Barça, estaba Romario, Maradona, tenia a Schuster tachado con una x y en el ponía traidor, pero luego con Luis Enrique no había hecho lo mismo.
-¿Donde están mis pósters?
-¿Que pósters?
-Pues los que tenia en mi habitación.
-¡Ah, esos! ¿Pero eran pósters? Si eran horribles, me he tenido que poner guantes para tirarlos a la basura, hermanito, necesitabas una buena limpia.
Andrés se quedó boquiabierto, sabia que su hermano era un cabroncete pero no creía que hubiese llegado a tanto.
-¿Que... que.... que has tirado mis pósters?
-Te vuelvo a decir, eso no eran pósters, eran fotografías feas, lo mío son pósters y lo tuyo pura basura.
No se lo creía, en ese momento se abalanzo sobre el y... Le despertaron de sus recuerdos, había vuelto a 2011, otra vez a la rutina de manipular.
-Andrés ¿te encuentras bien?-le dijo el jefe.
-No, alguien me impide ser objetivo.
-Pues haz una hoja de reclamaciones.
-Me refería a ti.
Le metió cuatro hostias.
-Pues olvídate de lo que te he dicho y a currar.
-Si, hermanito.
Le metió tres hostias.
-Para ti soy tu jefe.
Y con eso se metió en su despacho.
CONTINUARA.