viernes, 28 de junio de 2013

4x04: El Legado De Mou

26/06/2013
Hora: 12:55
Lugar: Sala De Prensa, Santiago Bernabeu.

Todos estaban expectantes, todos excepto uno, Javier, redactor de Marca que en los últimos días no había estado en la oficina por estar buscando a Andrés, había sido una enorme perdida de tiempo, seguía desaparecido, ni siquiera el tal Sherlock Holmes había conseguido encontrarle, recordó sus palabras duras "¡QUE LE ENCUENTRE SU TÍA LA BARBUDA!" Había llegado malherido y lleno de polvo ¿De donde vendría y porque no le había dicho nada? Dejó de torturarse y decidió volver al trabajo esperando que un día Andrés apareciese. Ahora le tocaba estar en la rueda de prensa del nuevo entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelloti. Miró a su alrededor y vio caras nuevas, dos chicos jovenes y una chica la cual iba vestida con un vestido rosa corto y ajustado, todos los de la sala la miraban, todos babeaban por ella. Javier no, a pesar de que era guapa y tenía un buen cuerpo no se fiaba de ella, era periodista aunque no sabía de que lado estaba y eso hizo que un muro se levantase en su interior el cual no se derribaria si la chica estaba de su lado. A la 13:00 salió Florentino Pérez junto con Carlo Ancelloti y Zidane, el presidente se puso en el atril y empezó a dar golpes en el micrófono.
-Un dos, probando, probando, ¿se escucha?
-No, ese sonido amplificado que oye es una oveja aprendiendo a hablar ¡no te jode!-dijo Javier.
Toda la sala le miró, Florentino no parecía entender porque tanta bordería.
-¿Quien eres tú chiquillo?
-Soy Javier, vengo del diario Marca el cual es el que ganó la batalla contra Mou.
Florentino se fijó en que a su lado había un sitio vacío el cual ponía Andrés.
-¿Donde esta mi amiguete Andrés?
-Quien conteste a esa pregunta bien le doy un millon de euros.
-¡En Islandia!
-¡No, en Japón!
-¡En Mallorca de putas!
Javier se llevó las manos a la cabeza.
-¿Por que tanta bordería Javier?-dijo Florentino.
-Es que me cuesta creer ya nada de lo que diga.
-¿Por que razón?
-Usted empiece y verá porque lo digo.
-Bien, pues comencemos, me enorgullece estar hoy aquí...
-¿De verdad le enorgullece? ¿O es otra mentirusca más suya?
-¿Te quieres callar? ¡Estas faltando al respeto a Florentino Pérez, el mejor presidente del Madrid!-dijo un periodista del As.
-¡Y ahí tiene la respuesta de porque ya no me cae muy bien!
-No lo pillo.
-Que le defienda un periodista del As es un milagro, como has fichado al entrenador que querían...
-Ya puedi hablari presidenti-dijo Carlo. Florentino suspiró y le concedió el atril-. Molto gracie a totti el mundi, mi sueño siempre ha sido entrenari al Real Madridi...
-Que casualidad, al igual que ochocientas bil billones de personas ¡Por favor! ¡Estamos hartos de escuchar esas palabras ya!
-¡Osssssssssssssssss! ¡Por Dios!-todos giraron la cabeza para mirar a quien había dicho eso, era la chica buenorra-. O sea quieres dejarle hablar al Tortellini.
-¡Señorini! ¡Me llami Ancelloti!
-Que si Tortellini, lo que usted diga, por el amor de Prada lo que tiene que soportar una periodista como yo, ufff... ¿Alguien me puede abanicar? Tengo mucho calor.
Todos fueron directa a ella, Javier no sabía de donde habían sacado los abanicos.
-Puedi seguiri o no.
-Claro Tortellini.
-¡ANCELLOTI!
-Como sigas así nadie te va a querer, espero que no seas otro Mou.
-¿Se puede saber de donde sales tú? ¿De un catalogo de Dolce y Gabanna?
-Jajajajajajajajajajajajajaja-esa risa tan horrorosa hizo que a Javier se le pusiese la carne de gallina-. O sea, que más quisiera, me llamo Marta y trabajo para El País ¿sabes? Soy nueva en esto, acabo de sacarme la licencia de periodismo.
-Si, como la Carbonero, igualita.
-¡Exactamente! Jajajajajajajajaja
Esta vez se le pusieron los pelos de punta y pegó un respingo que a punto estuvo de tirarle de la silla.
 -¡Pero bueni! ¡Esto es mi ruedi de prensi!
-Yo por mi puede seguir hablando (Prefiero eso que a que esta tía vuelva a reírse de forma tan horrorosa)
-Bueni, he venidi al Real Madridi porque es el mejir equipi del mindi, yo vengi aquí a hacer un juegi espectaculari y grandiosi.
-Pues vali entrenadori-dijo Javier.
-¡Eso es racismi! Los italianis no hablamis todo el tiempi con la i al finali.
-Pero...
-Ni peri ni gaitis, tutto el mundi sabi que eso no asiri.
-Bueno, tranquilidad todos por favor-dijo Zidane levantandose, cuando lo hizo se ajustó el traje y una luz celestial apareció a su alrededor junto con una canción de Camela... Un momento ¿Camela?
-¡Perdon! ¡Fallo mio!-dijo el hombre que se encargaba de los altavoces- ¡Hijo! ¡Cuantas veces te he dicho que cambies el cassette cuando termines de escuchar a Camela! ¡Que luego me haces quedar mal ante Zidane coño!
-Jajajajajajajajajaja-esta vez le pilló desprevenido a toda la sala y todos pegaron un respingo.
-¡Coño que viene el apocalipsis!-dijo Florentino.
-No, tranquilos, es la tía esta-dijo Javier.
-Bueno ¿quien quiere ir al Txistu?-dijo Florentino-¡El último que apague las luces!
Javier iba a levantarse pero se encontró con todo el periodismo deportivo español encima antes de que pudiese hacer nada, tan solo pudo poner las manos por delante para protegerse la cara.
-¡Joder con la peña! Es escuchar la palabra Txistu y no veas como corren los joputas.
Se levantó, se sacudió el polvo y apagó todas las luces del lugar.
Ancelloti se quedó allí postrado, mirando a todas partes sin saber que hacer.
-¿Hola? ¿No continuami con mi ruedi de prensi?
-¿Que hace usted aquí pavo?-dijo el de la limpieza
-Soy el nuevi entrenadori del Real Madridi.
-Un consejo te doy, cuando alguien diga las palabras invitación y Txistu, lo demás importa una mierda, asi que vaya despejandome esto que luego me echan la bronca y me quedo sin poder comer un buen plato chuletones.
-Peri...
-¡Ni perí ni pollas! ¡Que se vaya usted a la mierda ya!
Ancelloti bajó la cabeza y se fue, si el de la limpieza le había vencido no quería saber nada del vestuario, ahora se estaba arrepintiendo de haber fichado por el Real Madrid.

CONTINUARA